El injerto capilar se está convirtiendo estos últimos años en un tratamiento estrella en las clínicas medico estéticas, y es que, cada vez más personas sufren alopecia.

También es verdad que existen multitud de mitos sobre este tratamiento. Desde clínica ODITA os desmentimos algunos:

EL INJERTO CAPILAR ES UNA SOLUCIÓN PERMANENTE

Falso. El pelo que se injerta en el cráneo es pelo real, eso quiere decir que el folículo seguirá su trayectoria como cualquier otro pelo. De esta forma habrá puesto el reloj a cero pero la alopecia puede seguir avanzando.

TODO EL MUNDO PUEDE REALIZARSE UN INJERTO DE PELO.

Falso. Los buenos candidatos para la cirugía de implante capilar deben tener folículos capilares adecuados y saludables en el área donante de la cabeza. El cuero cabelludo debe estar sano en el área del trasplante. Algunas enfermedades autoinmunes afectan al cuero cabelludo y prohíben la cirugía de trasplante de cabello.

HAY QUE PREPARAR EL CABELLO PARA UN INJERTO CAPILAR

Si planeamos realizarnos un trasplante capilar debemos prepararnos para el momento. Idealmente, desde un año aproximadamente es recomendable el inicio de fármacos antiandrógenos, para fortalecer el cabello y evitar fenómenos alopécicos incipientes en los folículos que luego serán trasplantados. De esta manera optimizamos la zona que posteriormente hará de donante para cubrir entradas o coronilla. No es obligatorio pero el resultado del trasplante será más espectacular.

SOLO LAS PASTILLAS FUNCIONAN PARA FRENAR LA CAÍDA DEL CABELLO

¡No! Son un complemento más. Es cierto que la efectividad es alta en dosis orales. Medicamentos como la Dutasterida o el Minoxidil consiguen detener la pérdida del pelo. Pero también pueden resultar efectivas en forma de mesoterapia (pinchada directamente sobre el cuero cabelludo mediante microagujas indoloras). De esta manera podemos evitar los efectos secundarios que comporta su ingesta oral. Además existen complementos nutricionales que fortalecen el cabello y disminuyen la pérdida, aunque no la frenan.