El drenaje linfático es una técnica de masaje manual suave y preciso que estimula el sistema linfático, favoreciendo la eliminación de líquidos retenidos, toxinas y desechos metabólicos. Este tratamiento no solo mejora la circulación sanguínea, sino que también genera una profunda sensación de alivio y bienestar en el cuerpo.
Si has pasado por una intervención quirúrgica, este tratamiento es clave para acelerar la cicatrización, mejorar la circulación en la zona afectada y aliviar la sensación de pesadez. Con movimientos específicos y un enfoque delicado, el drenaje linfático postoperatorio ayuda a una recuperación más rápida y efectiva.
El drenaje linfático postoperatorio es altamente recomendado en cirugías estéticas y médicas, tales como:
Generalmente, los médicos recomiendan comenzar entre 48 y 72 horas después de la intervención, dependiendo del tipo de cirugía y del estado del paciente.
El número de sesiones varía según el tipo de cirugía y la evolución del paciente. Lo más común es realizar entre 5 y 10 sesiones, aunque algunos casos pueden requerir más para asegurar una recuperación óptima.
No, es un masaje suave y relajante que se adapta a la sensibilidad del paciente. Se trabaja con movimientos delicados para evitar molestias en las áreas intervenidas.
Sí, en muchos casos se combina con técnicas como la presoterapia o la radiofrecuencia médica, siempre bajo supervisión profesional.
Los efectos del drenaje linfático se sienten desde la primera sesión. Sin embargo, su beneficio acumulativo se nota a medida que avanza el tratamiento, con una notable reducción de la inflamación y mejoría en la movilidad.